Pobre muchacha, la quemada que se dio, las miles de aclaraciones que tuvo que hacer y cientos de fiestas que ya no fue requerida, claro que esa paso a ser poca cosa comparado con el sin fin de invitaciones que recibio para asistir a fiestas de hombres....
2 comentarios:
Jaja, son los brazos de la gordis.
Pobre muchacha, la quemada que se dio, las miles de aclaraciones que tuvo que hacer y cientos de fiestas que ya no fue requerida, claro que esa paso a ser poca cosa comparado con el sin fin de invitaciones que recibio para asistir a fiestas de hombres....
A.R.D.G.
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