viernes, diciembre 21, 2007

Invitación del niño Jesús

Hola te invito a mí fiesta!!!

Cómo sabrás, nos acercamos nuevamente a la fecha de mi CUMPLEAÑOS. Todos los años se hace una gran fiesta en mi honor, y… creo, que este año sucederá lo mismo.

En estos días, la gente hace muchas compras: hay anuncios en la radio, en la televisión, y por todas partes no se habla de otra cosa, sino de lo poco que falta para que llegue el día. La verdad, es agradable saber al menos, un día al año, algunas personas piensan un poco en MI.

Como tú sabes, hace muchos años que comenzaron a festejar mi CUMPLEAÑOS; al principio, parecían comprender y agradecer lo mucho que hice por ellos; pero hoy día, casi nadie sabe para qué lo celebra; la gente se reúne y se divierte mucho, pero no sabe de qué se trata.

Recuerdo el año pasado, al llegar el día de mi CUMPLEAÑOS, hicieron una gran fiesta en mi honor, pero, ¿sabes una cosa? ¡Ni siquiera me invitaron! Yo era el invitado de honor y … ¡Ni siquiera se acordaron de invitarme, cerraron la puerta! Y yo, quería compartir la mesa con ellos.

La verdad, no me sorprendió, porque en los últimos años sucede con frecuencia; todos cierran la puerta.

Como no me invitaron, se me ocurrió entrar sin hacer ruido, entré y me quedé en un rincón. Estaban todos bebiendo, había algunos borrachos contando chistes, carcajeándose, la estaban pasando en grande. Para colmo, llegó un viejo, vestido de rojo, barba blanca y gritando: ¡jo-jo-jo-jo! Parecía bebido, además, se dejó caer pesadamente en un sillón y todos los niños corrieron hacia él diciendo: “Santa Claus, Santa Claus” ¡cómo si la fiesta fuera en su honor!

Llegaron las doce de la noche y todos comenzaron a abrazarse, yo extendí los brazos esperando que alguien me abrazara … y ¿sabes?, nadie me quiso abrazar. Comprendí entonces que yo sobraba en la fiesta; salí sin hacer ruido, cerré la puerta y me retiré.Tal vez, creas que yo nunca lloro, pero esa noche, me sentía deprimido como un perro abandonado, triste y solitario. Por eso, me llegó tan hondo, que al pasar por tu casa, tú y tu familia me invitaron a pasar, además me trataron como un rey, organizaron una verdadera fiesta en la cual yo era el invitado de honor; además, me cantaron ¡Las Mañanitas! Hacía tanto que a nadie se le ocurría hacer eso.

Que Dios bendiga a todas las familias que son como la tuya, yo jamás dejo de estar con ellas en ese día y en todos los días.También me conmovió el pesebre que pusieron en un rincón de tu casa. ¿Sabías que hay países, en donde está prohibido el poner nacimientos?, hasta se les considera ilegal … ¿A dónde irá a parar este mundo?Otra cosa que me asombra, es que el día de mi CUMPLEAÑOS, en lugar de hacerme regalos a MÍ, se regalan unos a otros.

¿Tú qué sentirías, si el día de tu cumpleaños se hicieran regalos unos a otros, y a ti no te regalaran nada? Una vez alguien me dijo: ¿cómo te voy a regalar algo, si a TI nunca te veo? Ya te imaginarás lo que le dije: regala comida, ropa, ayuda a los pobres, visita a los enfermos y a los que están solos, pero principalmente llévales Mi Palabra, y Yo lo contaré como si me lo hubieras hecho a MÍ.Cada año que pasa es peor, la gente sólo piensa en las compras y los regalos y de MÍ, casi ni se acuerdan.

Recuerdo lo que sucedió a un hombre anciano, llamado Juan. Un día de mi CUMPLEAÑOS, anduvo de casa en casa pidiendo posada, porque tenía hambre y no tenía familia; tocó en muchas puertas, en ninguna de ellas lo invitaron a la mesa; se dio por vencido al ver que ni siquiera esa noche, sentiría el calor de un hogar; se sentó en una banqueta y se puso a llorar como un niño.

Yo pasé junto a él y le pregunté: ¿Qué tienes Juan? … Es que nadie me invitó a pasar, me respondió; Yo me senté a un lado de él y le dije: no te apures, que a Mí tampoco nadie me ha dejado entrar.Pero toda paciencia tiene un límite, aún la mía; voy a contarte un secreto: he pensado que como nadie me invita, a la que han hecho mi fiesta, estoy pensando en hacer mi propia fiesta; una fiesta grandiosa, como jamás nadie se hubiera imaginado; una fiesta espectacular, con grandes personalidades, como: Abraham, Moisés, el Rey David, Salomón…Todavía estoy ultimando los arreglos, por lo que tal vez no sea este año.Estoy enviando muchas invitaciones, y hoy querido hermano, hay una invitación para ti. Sólo quiero que me digas, si quieres asistir y te reservo un lugar; escribiré tu nombre con letras de oro en mi gran libro de invitados.

En esta fiesta, solamente habrá invitados con previa reservación y se quedarán afuera algunos que no contestaron a mi invitación.Prepárate, porque cuando todo esté listo …

¡Daré la Gran Sorpresa!

Hasta pronto Tu hermano JESÚS

No hay comentarios.: